17 de noviembre de 2007

Buenos dias, mi nombre es Danaita, en que puedo ayudarle?


Parece que me espera un futuro prometedor en una bonita empresa de telemarketing disfrazada por convenio de consultoría. Al menos, esta vez, no me limitaré a comerme llamadas de clientes, que quieren saber si el seguro de su casa les cubre las figuritas de los 20 duros, que les ha tirado el niño, eso si camufladas de, figuritas de diseños compradas en el Corte Ingles. Esta vez no, seré soporte tecnico. Y mis jefes, coordinadores y supervisores camuflados de Team Leaders se empeñan en decirme que no soy teleoperadora, si no asesora. Pues bien, de acuerdo, asesora.

Con un sueldo prometido, que al quinto dia de formación sin remunerar ha cambiado, unas falsas ilusiones creadas, me quedo. Si no me quedo, habré tirado cinco dias a la basura. Y esta vez el tiempo y los números rojos de mi cuenta no lo permiten. Me quedo. Aunque eso signifique pasar un mes con los nervios en el estomago, pensando que me pueden echar en el periodo de prueba. Porque en el fondo, el trabajo de ayudar a la gente me encanta, me gusta sentirme util y lo único que me jode de este curro, es no poderle dedicar el tiempo que se merece a todos los clientes con sus problemas ( incidencias, disculpen señores coordinadores )

Después de darme una vuelta por páginas de internet del sector, no me quejo. Mi futura empresa, de la cual una personajilla un poco rara me ha dicho hoy que soy ya parte ( sin contrato xD ) , no aparece realmente malparada. Mientras otras tienen páginas y páginas de quejas, esta solo tiene unos comentarios despistados en el señor google que todo lo ve.

Asi que, vuelvo al telemarketing, del que siendo sinceros, no creo que saldré hasta acabar la carrera, como mínimo. Vuelvo, a casa vuelvo. Y respirando, mirando atrás y sabiendo como está la situación, casi tengo que dar las gracias.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Como el turron de el lobo , vuelves a casa por navidad eh jeje