19 de octubre de 2010

De Samhain a Samhain, entre tus cruces.

Hace casi un año que me arrodillé frente aquel altar y te juré por primera vez unos votos que cumplí, casi a raja tabla. Hace casi un año que la rueda comenzaba a girar y yo no tenía ni idea de cuantas puertas y cuantos caminos se abrirían aquella noche.

Un año, donde mi vida ha dado tantas vueltas que parece otra vida. Un psicólogo cualquiera me diría que achacar los cambios de mi vida a una deidad es buscar responsabilidades fuera. No dudo de que el cambio lo haya realizado yo, pero has sido tu quien me ha ido dejando las señales, siempre de neón en mi búsqueda.

Conocer las sombras reales, abrazarlas, saberme bien en ellas. Entender que no se es bueno o malo, que no todo es tan simple para reducirlo a dos términos tan mundanos como el bien o el mal. Tomar conciencia de mi camino mágico, conocer a Raquel, dedicarme por completo a la magia, perfeccionar mis visiones, aumentar la confianza en mi misma.

Plantarle cara a mi familia, remodelar mi vida, ayudar a una mujer maltratada a salir del agujero, marcharme a Grecia, plantearme quedarme allí cada día al poner el pie en el suelo desde mi cama. Guardar tu casa, guardar tu puerta, abrirla, recibir a tus hijas... recorrer tus senderos, pararme en tus cruces, disfrutar perdiendome para volverme a encontrar.

Todo son honores, todo son lecciones, todo son encrucijadas donde ir tomando decisiones para avanzar.
Este Samhain, es tuyo. Se perfectamente cuando es mi renovación anual pero Samhain irá marcado por el sonido de tus llaves, siempre en mi mano, Hekate.

5 de octubre de 2010

Mamá :)


Miro por la ventana y me enfrento un año más al cinco de Octubre. 25 años han pasado desde que una mañana decidiste que tu gran viaje comenzaba. El cinco de Octubre siempre ha sido sinonimo de miedo, de lágrimas, de no salir del cuarto. Mi abuela escondiendose por los rincones sucios de su cocina nadando en un cartón de vino blanco. Mi abuelo, tan hombre el, disimulando el nudo de la garganta. Tus fotos con velas, mi sonrisa en huelga.
Me atrevería a decir que no recuerdo ni un cinco de Octubre feliz en mi vida.
Pero este año he aprendido que una luz, por pequeña que sea ilumina la oscuridad más profunda.
Después de bajar a mi infierno, de mirarme a la cara y saberme sola, pero acompañada. Después de entender que mi camino es este y saber que lo he elegido para crecer y superarme, después de entender que tu partida no ha sido más que un regalo para mi y mi aprendizaje. Hoy rompo una lanza en favor a la luz que ilumina mi oscuridad siempre.
Mamá, gracias por traerme a la vida. Celebro tu partida porque se que nos volveremos a encontrar, celebro tu partida, entendiendo el reencuentro. Quedan muchas vidas para que ambas sigamos andando juntas, te quiero.
He dicho.