13 de octubre de 2008

Bienvenido al mundo cariño :)


Fue el 8 de Octubre, me levante tan normal, me di una ducha y me puse a chatear con mi novio que estaba en su oficina, tan tranquilamente, pensando sobre todo en el día 10 que era cuando se suponía que me iban a inducir el parto.

Sobre las 11.30 me empezaron a dar dolores, mas o menos periódicos pero lo achaqué a la postura, estando sentada Alexander siempre me daba unas patadas grandisimas y me provocaba contracciones en plan de, mama tienes una mala postura, cambiala.

Sobre las 12.30 me empecé a mosquear porque los dolores iban en aumento así que le dije a mi chico que me iba a tumbar un ratito a ver si se pasaban. Me tumbé y no aguanté 2 contracciones, a la segunda que me dio lo cogí por el msn y le dije que se viniera para casa volando, No tenemos coche, el pobre intento coger un taxi, pero no había disponibles así que se vino en metro, volando.

Cuando por fin llego yo ya había llamado a la ambulancia. Y también había roto aguas en el wc, me dió ganas de hacer pipi y al llegar al wc salió por alli el rio Manzanares como minimo :cool:

El chico de la ambulancia muy majo, empieza a ir despacito y me dice, si ves que te pones peor me avisas y le digo, ¡pues corre! porque las contracciones ya estaban siendo un pelin insoportables. Asi que enfilamos la M30 de Madrid a 140 por hora, con sirena incluida.

Llegamos al hospital, digo en recepción "Hola, estoy de parto" y me dicen, pues nada subete a la planta número 1 de urgencias. Subimos y me meten a monitores. Las matronas estaban atendiendo partos así que me ponen los monitores y me empiezan a dar contracciones de 120. Yo retorciéndome. Por fin viene la matrona, me hace un tacto y me pregunta que a que hora rompí la bolsa, le comente que creía que estaba sucia porque salió marrón. Se va diciéndome que estoy de 3 cm, Luego todo fue muy rápido, vino el celador mientras mi chico fue a hacer el ingreso. A mi me pasaron a la sala de dilatación, me tumbaron y al poco vino la maravillosa epidural. Lo que mas me costo fue estarme quieta porque me daban unas contracciones bestiales y claro cuando te pinchan no te podías mover, pero en cuanto me la pusieron mano de santo ;) ¡Es el mejor invento de la historia! Al poco vino David, yo estaba dormidita casi de lo relajada que estaba. Aproximadamente a las 2 horas de estar ahí, viene la matrona me hace otro tacto y me dice que estoy completa, de 10 cm. Me quedé así :shock: me quitaron los monitores externos y me pusieron un interno para el niño. Me dejaron un poco porque no se encajaba el pobre, y esperaban que con las contracciones se encajara del todo, Vino mi ginecólogo a la media horita y me volvió a explorar, me dijo que cuando me viniera una contracción que empujara así que lo hice y decidió pasarme al paritorio, madre mía que nervios me dieron ahí. Además la epidural se iba perdiendo y yo ya empezaba a sentirlo todo, incluso podía mover las piernas, por lo que supe que sentiría salir a mi hijo de mi cuerpo, cosa que por un lado me daba miedo pero por otro lado me emocionaba mucho.

A mi chico lo metieron en una habitación, me pidieron la ropa de primera puesta y lo dejaron ahí hasta que Alexander estaba a puntito para salir. A mi me metieron en el paritorio, me pusieron en el potro, me rasuraron deprisa y corriendo, yo ya iba rasurada por una parte pero ellos querían más jeje. Me dijeron que empujara. Asi que empecé a empujar, una y otra vez. Alexander seguía sin encajarse y yo me empecé a desesperar, porque además no veía a mi chico y eso me estaba poniendo de los nervios ya que lo necesitaba a mi lado. Un señor que había allí, me supongo que otro medico o enfermero se me subió a la tripa y sentí claramente como el niño se ponía al final del canal de parto. En ese momento escucho ¿El papi quiere entrar? creo que chillé el si, porque sabia que David se moría por ver a su hijo nacer y a mi me partía el alma que no lo viera. Me taparon las piernas con sabanitas verdes ( que tonteria no? cuando el que entraba era mi novio :-/ ) y me dijeron que empujara. En ese momento escuche el "Ya estoy aquí, peque" y unas manos acariciando mi cara. Eso me dio fuerzas para seguir empujando, los médicos me decían que ya estaba ahí el bebe y a mi ya me olía a mentira porque llevaban diciendo eso media hora jeje, pero entonces mi chico me dijo, "venga peque, que ya le puedo ver la cabecita" y ahí saque fuerzas de algún sitio, me agarre a las barras totalmente y empuje tanto que me quede sin aire. Sentí como salia su cabecita y un gran alivio. Luego el resto de su cuerpo. A las 17.30 mi hijo Alexander, se asomo al mundo por primera vez pesando 3.650 gramos y midiendo 50 centímetros. Me extraño que no llorara y preguntamos que que pasaba. No lo podían dejar llorar porque el niño había hecho caca en las aguas y si había tragado liquido al llorar pues podía pasar más abajo de donde estuviera, así que me lo pusieron encima. Sus ojitos cerrados, su piel calentita, pero tenia como un trapito en la boca para que no echara a llorar. Fue muy corto, pero tenia que ser así por su seguridad. Me quedé tumbada mientras salía mi placenta y entonces lo escuche. Ahí me puse a llorar, me entro la tiritera y me sentí la mujer mas afortunada del mundo. Mientras me cosían, lo volvieron a traer, esta vez ya vestidito y en su arrullo. Lo iban a llevar al nido unas horas por seguridad, pero no pasaba nada. Le dimos unos besos y unos mimitos y a mi me subieron a planta.

Fue gracioso, porque las enfermeras empezaron a putearme en plan de, anda mira... billy el niño! no veas, lo tuyo es rapidez! Si ni siquiera has pasado por planta antes!! :lol: :lol: :lol: Entonces le pregunte la hora a David y me dí cuenta que había dado a luz en 4 horas escasas, cinco si contábamos el rato que tardaron en coserme y subirme a planta.

Pasaron unas horas y trajeron al pequeño. Y yo, tan pequeñito como era me enamore de el hasta el fondo de mis huesos, no puedo explicar como me sentí como tampoco puedo explicar las lágrimas que caen ahora por mis mejillas al recordarlo. Me lo puse al pecho y supe que jamás podría olvidarme de esos ojillos que me miraban fijamente. Y es que ha sido sin duda hasta ahora la mejor experiencia de mi vida.