Alli está, en un rincón de mi salón nuevo. Ordenadito, recogidito. Mi pequeña oda a lo divino. El lugar donde me relajo, donde pienso, donde poner incienso, donde pensar, donde reunirme con ella y pedirle luz y protección..
Jamás he estado tan orgullosa de algo como de sentir lo que siento y creer en lo que creo. Llegar aqui ha sido como encontrar un sillón despues de andar durante horas.
Y hoy lo comparto con vosotros.
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