Primero decir que esto lo escribí el dia 29/04/04 en el intercambiador de moncloa, mientras me tomaba un cafe y veía a la gente pasar volando a mi alrededor.
Mi madre
Cuando todo pasó hace tantos años, no la eche excesivamente de menos.
Noté su ausencia, si, pero poco a poco me fuí acostumbrando a no verla. Nunca nadie me dijo la verdad, pero desde qeu la vi, aquella mañana salir de casa en la ambulancia, supe que algo no muy bueno estaba pasando. Y mi madre se fué y yo entendí sistemáticamente casi, que ella, nunca volvería.
Mi abuela contaba que yo nunca pregunté nada, solamente que un día dije "Se perfectamente que ella no va a volver, asi que por favor, no necesito mentiras"
Cuando mi padre me dijo que iba a tener nueva madre, me pase una tarde entera llorando. Yo, no quería tener una nueva madre, claro que no, yo madre ya tenía una. Solamente necesitaba alguien dispuesto a quererme.
Cuando me llevaron por primera vez a casa de ella y conocí a los que serían mas tarde, mis hermanos la idea de tener a alguien con quien jugar, me encantó. Eso de tener una nueva madre, aun no era del todo asimilado.
Una nueva madre... pensaba yo para mis adentros. ¿Como ha conseguido mi papá una nueva madre, si no he nacido de nuevo? tenía gracia la cosa.
Pasaron los años y aunque el trato con mi nueva familia no era "exquisito" que digamos, quise olvidar su presencia.
Quise ocultarla en las sombras, para no sufrir más, para no echarla de menos, para no preguntarme mas por ella sin obtener respuesta, para no permitirme llegar a soñar con un regreso imposible.
Empecé a entender un poco todo esto cuando al ir haciendome una "mujer" mis rasgos se afinaron perfilando un rostro tan parecido a aquellas miles de fotos con los que mis abuelos mantuvieron viva su presencia.
Y descubrí que era inutil olvidarla, que ella estaba ahí. Que ella vivía en mi. Que no eran solamente sus ojos lo que yo tenía de ella. Que en mi corazón quedaban sus sueños, sus besos, su cariño, su risa...
Aquellos pocos recuerdos que aun viven en mi de ella, me hiceron acercarme.
Mi madre, siempre tan lejos y tan cerca.
Musa de mis primeras poesias, protagonista de años de sueños.
Y entonces empecé a echarla de menos, porque aunque la sentía en mi, necesitaba conocerla.
Y entonces empecé a llorarla, a volver a quererla y hablarle conscientemente.
Yo siempre la necesité. Ahora me doy cuenta de que muy posiblemente cuando te quedas sin madre, lo que menos necesitas es una "nueva madre". Si no que te ayuden a no olvidar y conocer a esa mujer que te dió la vida y que desgraciadamente no la pudo compartir contigo.
Estaba equivocada cuando pensé que mi madre se fué y nunca volvería. Ella nunca marchó y siempre vivía escondida en un rincón de mi corazón. Donde muchos quisieron exiliarla sin entender que ella nunca me abandonaría porque ella siempre estuvo en mi.
Fin
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P.D He querido escribir esto hoy, ya que el día de la madre, no pude porque no tuve tiempo pues hacerlo en el día de mi cumpleaños.De nuevo, gracias por leerme.
1 comentario:
:'( Es un delito que un texto como este no tenga ningún comentario leches.
Recuerdo cuando lei aquel relato que me pasaste que era sobre tu vida y explicabas la ausencia de tu madre, sin duda está muchisimo mejor explicado aqui, es algo bonito y triste a la vez, por un segundo no he querido leerlo pero no he podido aguantarme.
No sabia que decirte, se me ha puesto un nudo en la garganta al leerlo asi que simplemente te digo, hola! xD y que sepas que sigo tu blog ;) hasta lo he puesto en mi weblog como link :P
Saludos!
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