Lo mucho que me ha gustado siempre el mes de Agosto se fué perdiendo los últimos veranos.
Cuando era pequeñita, el mes de Agosto significaba playa, con mis primos y hasta mis padres estaban más relajados y sonrientes. Poco a poco, fuí creciendo. Fuimos creciendo. Mis primos dejaron de ir a la playa y más tarde la costumbre de reunirnos todos en verano fué desapareciendo.
Al poco de esto me independicé. Recuerdo el verano más feliz de mi vida, el de los 16 años. Cuando salí con los amigos de la que era por entonces mi mejor amiga. Todo el verano cantando en medio de una plaza, de juerga, de acampadas. Se que entré en ese grupo por rebote pero fué la primera vez que me sentí arropada por tanta gente y para mi fué una sensación maravillosa.
Este Agosto no está tan mal. Hasta hace un tiempo considerablemente bueno. No hace mucho calor y aunque lo esté pasando en Madrid, esta ciudad en Agosto se vuelve desértica y hasta se puede pasear a gusto por sus calles sin estresarte demasiado.
Además, ahora estan ellos. Aqui en Madrid he conocido a mucha gente. Pero ya también tengo Amigos, con "A" mayúscula. Ellos, ya saben quienes son, no hace falta que los miente, son mi piedra angular cuando mi mundo se va al carajo, cuando la cuesta arriba se vuelve casi un muro. Pero también son mis compañeros de risas y de alegría. Ellos, que ya saben quienes son, repito junto con mi novio. Son la razón más fuerte para que por lo pronto siga estando en Madrid y acepte esta ciudad como mia. Ellos que son los brazos donde siempre refugiarse despues de un duro dia. Gracias, os quiero mucho. No se que haria sin vosotros.
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