Si, asi es... este domingo me dije a mi misma que ya bastaba de hacer el ridículo.
Me resfrié de mala manera y mientras tosía sin parar me pregunté a mi misma si merecía la pena. Y no, ciertamente no lo merece.
Asi que el sabado a las 8 de la noche, cumpleaños de Mark por cierto, le dije adios a mi vida de fumadora para pasar al otro bando. El domingo lo llevé genial, ayer el mono casi puede conmigo pero conseguí volver a meterlo en su jaula.
No tiene sentido jugarse la vida con esto. Desperdiciar años mirando al mar, tirar por la ventana adorables minutos, cambiar caladas de humo de tabaco por besos de mi amor.
Asi que, decidida a conseguirlo, supongo que escribo esto para reafirmarme en mi propuesta de dejarlo definitivamente. Hoy está siendo bastante llevadero, eso si, ando hiperactiva. Seguro que dejar de fumar engordaba? Porque yo no paro de moverme.
Por mi chico, que tantas veces me lo pidió. Por mis pulmones, para que no se cansen de respirar. Por mi bolsillo, 80 eurazos al mes que me voy a ahorrar. Porque los dioses me han regalado un cuerpo estupendo como para ahogarlo en veneno. Esta vez si que le digo adios, me encantaría decir que ha sido un placer conocerlo pero no es asi.
Que bien, ya no fumo :)